Quiénes somos

El nombre FABRA proviene del sustantivo latín fabricae, que significa oficio o arte, y que sintetiza el fundamento y el objetivo de la empresa: por una parte, la destreza obtenida para hacer bien algo; por otra, el propósito de realizar objetos que transmitan una emoción estética.

El taller fue fundado en 1997 con un grupo de notables orfebres formados en la última década del siglo XX en la escuela que funcionaba entonces bajo el auspicio del gobierno de Zacatecas y varias empresas vinculadas a la minería o a la fabricación de artículos de plata, actividad, esta última, que no se realizaba en el estado, a pesar de ser el principal productor de plata de México, líder mundial en la materia.

Desde entonces el taller se ha distinguido por elaborar piezas con diseños exclusivos con un espíritu preponderantemente contemporáneo, con predominio de composiciones abstractas minimalistas, empleando plata de ley 925 y sugerentes materiales complementarios, como perlas, piedra, hueso, cuerno, cristal o madera. Con frecuencia, cuando dichos materiales lo ameritan, FABRA realiza piezas únicas. El trabajo se efectúa totalmente a mano, con los procedimientos artesanales más acuciosos, entre otros el moldeo o fundición a la cera perdida (*), lo que permite obtener la más alta calidad en el mercado de artículos de joyería.

La dirección general de FABRA está a cargo de Margarita Escobedo Sescosse; el jefe del taller es el señor Gilberto Villegas Mariscal; y el diseño de las piezas se debe a la propia Margarita y a José Ignacio Nuño Morales y José Ignacio Nuño Escobedo, arquitecto y diseñador industrial, respectivamente. Se calcula que desde su fundación en el taller se han fabricado piezas con más de mil doscientos diseños diferentes.

Para la Primera Bienal de Diseño en Plata, FABRA presentó cinco piezas, y todas fueron seleccionadas para exponerse en el Museo Franz Mayer y en otras instituciones localizadas en diversas ciudades del país, como muestra relevante de la calidad e innovación de la joyería de plata mexicana.

 

 

(*) Procedimiento de tradición muy antigua, habitual en la Grecia de los siglos VI y V a. de C., que sirve para obtener figuras por medio de un molde que se elabora a partir de un prototipo modelado en parafina. El modelo se rodea de una gruesa capa de material blando que se solidifica; una vez endurecido se mete en un horno que derrite la figura de cera, misma que sale por unos orificios creados para el efecto y, en su lugar, se inyecta la plata fundida que adopta la forma exacta del modelo. Para extraer la pieza final es necesario destruir el molde. Gracias a esa técnica de vaciado es posible lograr piezas con detalles que sería imposible lograr por otros medios.